La mujer exige una orden de restricción contra la vocalista y le incrimina, además, por grabar sus conversaciones telefónicas y matar a su mascota.
Kimberly Thompson afirmó «haber trabajado durante siete años como baterista» de Beyoncé, según consta en el sumario del caso. La demandante aseguró que su anterior empleadora comenzó una campaña de hostigamiento en su contra, sirviéndose de «brujería extrema«, así como de «hechizos mágicos de acoso sexual«, detalla el sitio The Blast.
Asimismo, Thompson acusó a Beyoncé de grabar sus conversaciones telefónicas, controlar sus finanzas, causarle agotamiento extremo, además de dañar sus relaciones amorosas, robar su propiedad intelectual e incluso «asesinar a su gatito«, aunque no dejó en claro la posible motivación por la que empezó a ocasionarle todos ese perjuicio.
Se detalla que la corte rechazó el pasado miércoles el pedido de la orden de restricción temporal, mientras que una nueva audiencia está prevista para el próximo 11 de octubre.
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